El niño de 7 años, que estaba con muerte cerebral tras ser atacado por una serpiente en la colonia Araújo Cué, en Curuguaty, Departamento de Canindeyú, finalmente falleció este jueves, en el Instituto de Medicina Tropical.
El niño no resistió el deterioro de su organismo causado por el veneno de la serpiente y falleció a consecuencia de una trombosis en el cerebro. Estaba internado en el Instituto de Medicina Tropical.
En la mañana de este miércoles se había informado que el niño estaba con muerte cerebral, ya que el veneno de la serpiente le habría ocasionado lesiones neurológicas.
El niño llegó al nosocomio luego de 14 a 16 horas de ser atacado por el reptil e inmediatamente fue llevado al área de Urgencias, en donde se le repitió la dosis del antiveneno.
El niño llegó al nosocomio luego de 14 a 16 horas de ser atacado por el reptil e inmediatamente fue llevado al área de Urgencias, en donde se le repitió la dosis del antiveneno.
El niño continuó con una mala evolución e ingresó en la unidad de cuidados intensivos, en donde fue conectado a una asistencia respiratoria mecánica, donde finalmente falleció, informaron a Última Hora desde el Ministerio de Salud.
Según el relato del padre, su hijo estaba acostado en su habitación en la madrugada del sábado, en su vivienda ubicada en Curuguaty, Canindeyú, cuando repentinamente apareció una serpiente que lo mordió.
Las mordeduras de serpientes venenosas pueden provocar parálisis severas en el sistema respiratorio, trastornos de sangrado que deriven en hemorragias mortales, insuficiencia renal irreversible, así como la destrucción local de tejidos.
Sin embargo, la mayoría de las muertes y consecuencias graves de una mordedura pueden prevenirse con antídotos de alta calidad, que son el único tratamiento eficaz para controlar o revertir la mayoría de sus efectos.